Ando unos días reflexionando en torno a las trampas y sus repercusiones a
raíz de las declaraciones de Lance Armstrong y lo que han implicado e
implicarán para el ciclismo (deporte que practico y adoro, como saben todos los
que me conocen). No este un artículo sin embargo en torno al ciclismo, no. de
lo que voy a hablar es de las trampas y de la necesidad, a mi juicio de un
nuevo paradigma social.
Empecemos por el principio: todos y cada uno de nosotros (o casi todos)
hemos copiado en algún examen y todos hemos tenido compañeros que por sistema
copiaban en los examenes (instituto, universidad...). Tales compañeros, en este
país, solo deben guardarse de que los profesores no les cojan con las manos en
la masa pues actúan con las mas absoluta complicidad de sus compañeros...¡¡¡Nadie
osará nunca jamás descubrir al tramposo!!!. Es más, probablemente algunos sean
elevados a los altares y tales actos conllevarán cierta capacidad de liderazgo
y admiración entre sus compañeros.
Y sin embargo, esto tiene repercusiones y muchas para el futuro de todos
ellos/nosotros: para empezar, el alumno que copia, pasará la asignatura e
incluso sacará mejor nota que muchos que sí han estudiado, pero le habrá
costado mucho menos esfuerzo y habrá tenido tiempo de hacer otra serie de
actividades que, de haber intentado aprobar el examen por la via legal, no
habría tenido tiempo de hacer. En segundo lugar obtendrá el mismo título que
cualquiera de sus compañeros, lo que le dará acceso a los mismo segmentos que
el resto de sus compañeros que si han estudiado.
Y es aquí, fuera de la universidad ya, cuando vienen los problemas sobre los
que es necesario reflexionar en esta España de compadreo y picaresca: ese
compañero tuyo que copiaba en los exámenes con tu permiso y complicidad,
es ahora otro contrincante en el proceso de selección de personal de ese
trabajo que tanto te gustaría tener y en la asignación de esa beca que tanto
necesitas. ¿Empiezas ya a no verlo tan justo, verdad? tu trabajaste y
aprehendiste los conocimientos que se requerían para obtener el titulo; él no,
y lo sabes, pero aun confías en que se den cuenta.
Más aun, ese compañero tuyo que copiaba en los exámenes con tu permiso
y complicidad, y que es ahora tu competidor en ese puesto de trabajo/beca, no
tuvo los lapsus de memoria ni se equivoco en aquel signo que no pudiste
recordar en aquella formula, porque él jugaba con ventaja, es decir, tiene
incluso mejor expediente que tú. Enfrentados en esa entrevista, donde lo único
que tenéis para obtener ese primer trabajo es el expediente, es decir, inmersos
en ese proceso de venta al mejor postor con terribles asimetrías de información
entre las partes que es cualquier entrevista de trabajo, las características
del producto que él vende son mejores que las del tuyo: tiene mejores notas que
tú, ergo, mejor expediente que tú, ergo es más atractivo que tú para los directores
de RRHH, que ahora están preocupados de lo que a ellos les gusta llamar gestión
de talentos. Esto ya escuece en condiciones...Si la información fuese perfecta
y los entrevistadores supiesen lo que sabes tú desde que estudiabais juntos se
darían cuenta de que él no es la mejor elección si lo que buscan es a alguien
con conocimientos sobre tus estudios - y no sobre cómo obtener un título sin
dar un palo al agua salvo para desarrollar cada vez mejores estrategias con que
hacer trampas -, pero amigo/a mío/a, eso, por desgracia, no pasará.
Así que ese compañero tuyo que copiaba en los exámenes con tu permiso
y complicidad, y que es ahora tu competidor en ese puesto de trabajo/beca, te
ha pasado por encima y se ha quedado con el puesto que tu querías y que sin
duda consideras que te merecías más que él. Sin embargo, aun nos queda un
coletazo: ese compañero tuyo que copiaba en los exámenes con tu permiso y
complicidad y que es ahora el nuevo flamante fichaje profesional de la empresa
que lo ha contratado no sabe hacer la 'o' con un canuto y así lo acabará
demostrando. Cuando eso ocurra, los que lo contrataron se verán en la necesidad
de preguntarse - puesto que te recuerdo amigo lector que seguimos estando en un
contexto donde la información no es perfecta - si este era el de mejor
expediente de esa universidad y no sabe hacer nada de lo que le pedimos
y se supone que lo había estudiado ¿cómo serán los de peor expediente?.
Aquí es donde llegamos al apoteosis final, el cuestionamiento del valor de
tu titulo querido amigo y admirador del tramposo. Si, si...No me mires así...
La valoración, por parte del mercado laboral, del título que otorgue una
universidad está en relación directa con lo preparados o no que estén los
alumnos que salgan de ella.
Ahora si quieres le sigues riendo la gracia al que copia en clase de forma
descarada porque sabe que tú no le vas a delatar. Entre bomberos puede que no
haya que pisarse la manguera; entre aspirantes a bombero quizá haya que ponerle
la zancadilla al que pretenda obtener ventajas injustas.
Llevado al extremo, así puede ser.
ResponderEliminarSin embargo, siempre desde mi experiencia, que tampoco es que sea grande, las personas con las que me he cruzado que copiaban y/o hacían trampa, no han sido personas con brillantes resultados académicos.
Sin embargo, sí que es cierto que adolecemos de excesivo "compadreo" como tú le llamas e incluso de adoración por el tramposo en todos los ámbitos: A la hora de defraudar hacienda, a la hora de sacarse no se qué subvención de la manga mintiendo así o asá,... Y esto, esto si que es grave.
Si entre nosotros no nos afeamos este tipo de comportamientos, aunque sean a pequeña escala, cómo afearselos a políticos y demás personas con altos puestos de responsabilidad. Ellos hacen lo mismo, pero lo hacen en mayor medida, sólo por que pueden.
Ahora bien, en nuetra vida real, cuando se nos presente la oportunidad,... ¿Tendremos la entereza de reprochar conductas o tratar de poner de nuestro lado para mejorar este aspecto?...